que ya casi es democracia,
que ahora casi no nos mientes,
que ahora solo nos engañan"
Pero hay cosas en las que no he cambiado y sigo creyendo que es posible y necesario un mundo más justo, en el que la riqueza esté mejor distribuida, en que todos tengamos sanidad y educación gratuita y a cargo del estado. En que haya libertad y podamos expresarnos libremente. Un mundo en fin más justo y solidario.
¿Es eso ser un revolucionario? Pues mucho me temo que en una época en que el beneficio máximo está por encima de todo y en el que hay gente que sigue defendiendo la libertad, pero entendiendo por libertad el derecho de las empresas de obtener el mayor beneficio posible a costa de lo que sea, da igual que la víctima sean los trabajadores explotados o la propia verdad (y luego si la cosa explota, ¡por Dios ayudadme!), si, sigo siendo un pelín revolucionario
Y sigo sin creer en los ismos, sobre todo en los más extremos, da igual que se llamen capitalismo, comunismo, islamismo, nacionalismo. Nada en su punta extrema es justo. Nada es blanco ni negro, siempre hay matices que los ismos, en posesión de la verdad suprema y única nunca entienden.
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